martes, abril 16

EL TIEMPO PASA

Hace cuánto tiempo no escribo ni mi nombre.
Hoy escribo por un sentimiento encontrado que me recorre.
Y... Otro sentir que me insita... sé que existe una pequeña posibilidad de que lo leas nueva amiga y si así es, espero un comentario... igual te confieso me pareces muy interesante y atractiva... no sé yo... 


El sentimiento de desasosiego que me llena, me ahoga, me intranquiliza, no me deja descansar, me atraganta en lo profundo, se mete en mi interior y no me deja ser, salir, respirar. La vida ha sido buena, ha sido bella conmigo, no puedo negar que ha tenido sus altibajos, pero siempre agradezco lo que tengo, mi hijo Amarú, su mamá, mi mamá, mi papá, toda mi familia, y creo que es necesario dejarlo por escrito.

Agradezco a Dios y a la gran energía del universo todo lo que tengo, las bendiciones que me rodean las que me han otorgado, el conocimiento que me han regalado, las posibilidades de conocer a tantas personas y experimentar cada segundo de mi vida. Mi estadía en este cuerpo y mente, con el espíritu que me guía, los seres de luz que me acompañan y me protegen. Agradezco por todo.

Ahora, en este mismo momento atravieso un nuevo comienzo, no quiero comenzar de nuevo, pero lo necesito, es parte de mi guía, de mi camino, de mi vida...

Lamento y ofrezco disculpas por todo, los irrespetos, las malas palabras, las graves palabras, las caricias fuertes, las dolorosas, los golpes, los rasguños, los gritos, las distancias, los malos polvos, los de dos minutos y los rencorosos, los que me dolieron y los que te dolieron, las masturbaciones a solas... 
Lamento no darte lo que querías, lo que necesitabas, no entenderte, no entenderme, que me conocieras tanto que yo mismo no me conocía, que no me enseñaras todo de ti, que ocultaras tus deseos, sentimientos e intenciones, que no pudieras confiar en mi hasta el punto en que la confianza que yo tenía en ti se diluyera en nuestros cotidianismos... esos... tristes días vividos cuando sólo estabamos conviviendo sin saberlo ni asumirlo...

Hola,
Hola, 
Cómo estas?
Bien y tu,
Bien también
Cómo te fue,
Bien mucho trabajo,
Y a ti, 
También bien,
A, bueno, 
Si, y nuestro hijo?
Bien creo,
A bueno, 
Ya hizo tareas,
Muy bien,
Quieres ver algo?
Si, rico, 
Acostemonos en la cama y vemos algo,
Dale ponlo,
...
...
...

Nada más importaba sólo tu y él, para mi pero sé que no fue suficiente, el amor se apagó, el sentimiento se extinguió, no quedó mucho, y lo poco que quedó lo estamos dejando esfumar en el humo de nuestros desentendimientos, las distancias tan profundas que hemos creado entre nosotros entre nuestros tiempos, entre nuestros destiempos... 

Ahora que me doy cuenta de ti, me duele no haberte conocido, no haberme dado cuenta de ti por estar pensando en nosotros que no somos ni fuimos dos siempre fuimos tres... y lo lamento, tal vez pudimos aprovechar el tiempo juntos... pero no fue suficiente, lo sé mucho tuve que ver... Te amé, te amé como a nadie nunca amé durante el tiempo que compartimos juntos, ahora quiero dejarte ir... y me duele tanto... me duele el alma, la garganta, los oidos, los ojos, las palabras, el aire, el despertar cada día y pensar que no te volveré a ver como ahora, ni a tener entre mis brazos como ahora, ni a besarte como ahora, aunque ya no tengamos nada...

No me quiero ir, no quieres que me vaya, pero quiero irme, y quieres que me vaya... no hay nada que podamos hacer, la vida no está aquí para que sigamos en este profundo buraco...

En serio te deseo lo mejor...

Te confieso me preocupa nuestro hijo, no quiero que sea una mala persona, pero tu no lo eres, ni yo, sé que nos dolerá mucho a todos, a él principalmente, aunque a veces lo veo tan sabio que pienso que no le dolerá tanto como a mi, y eso es bueno...

Me siento tranquilo con esta confesión... tal vez la leas o no... pero te quiero agradecer por todo, lo bueno, lo no tan bueno, los aprendizajes y las enseñanzas... un abrazo, un beso, un te amo, un hasta pronto, tal vez no el último, pero el más sincero.







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